Fervor puntano - de Alberto Rodríguez Saá

Thursday, January 25, 2007

Big Bro















Al ademán severo dan humano
reverso; a la desidia, esparcimiento,
ásperas rentas al patrón sediento,
y alones al caudal de Quintiliano.

De las horas sombrías del desgano
manan las llamas del entendimiento;
y el resuelto frisón del pensamiento
echan a andar a paso soberano.

Ajenos son al Orbe que rodea;
y ajenos al Leteo, y a sus fuentes:
al crespón, al gusano y a la tea.

Oh, veintena de tórridos valientes
(gesellinas quimeras de Guinea)…
¿Difuntos? Puede ser. ¡Mas nunca ausentes!

Suelta, Faetón, la brida lazarina













Suelta, Faetón, la brida lazarina;
templa el équido tranco de la hacienda:
ya tu estirpe amarilla, en la contienda,
domó la potestad de la pecina.

Combaten los luceros su doctrina
(¡y arden en celo adusto!): no es Leyenda
quien se anega en la pálida trastienda
de Su heliádica luz adamantina.

Etérea cunde por el ancho espacio,
lloran Este y Oeste sus esperas:
Barrio Parque, Bal Harbour, José Ignacio.

Visten igual sus curvas lisonjeras
la blanca gala del visón reacio
o la rústica croma de las fieras.